El reto de la financiación: cómo conseguir energía solar rentable para todos
Como se publicó en la edición de febrero de 2024 de PV Magazines para el evento Genera
El gran reto asociado al despliegue de instalaciones colectivas consiste en conseguir que una entidad financiera aporte la inversión necesaria para llevar a cabo el proyecto, la cual exigirá una exposición mínima al riesgo.
España se ha propuesto alcanzar 19 GW de autoconsumo en 2030 pero, tras un 2022 de gran despliegue, 2023 ha visto cómo las instalaciones han caído un 32%. Para cumplir el PNIEC, es necesario instalar unos 2 GW al año.
El modelo de financiación basado en el “leasing” de los proyectos, donde los propietarios alquilan la instalación fotovoltaica que se coloca en sus tejados, ha demostrado ser un éxito para desplegar este tipo de sistemas de autoconsumo en mercados más maduros como, por ejemplo, el alemán y ha comenzado a extenderse en España. El cliente no tiene que asumir la inversión inicial, pero se beneficia de la energía producida y obtiene una compensación económica por los excedentes.
De esta manera, se crean carteras de miles de instalaciones de una manera escalable. El gran reto asociado consiste en conseguir que una entidad financiera aporte la inversión necesaria, la cual exigirá una exposición al riesgo mínima. Para ello, se contratan los servicios de un asesor técnico externo especializado, que evalúa los riesgos y proporciona recomendaciones para mitigarlos. Su función consiste en analizar la cartera de activos y, posteriormente, verificar que las instalaciones que se van financiando cumplen todos los criterios de calidad.
Fiabilidad y calidad: las entidades financieras necesitan saber cómo se comportarán los componentes, la probabilidad de que los fabricantes sigan activos y cómo responderán si se detectan fallos durante el periodo de tiempo del préstamo. En el caso particular de carteras de instalaciones de autoconsumo, la dispersión de las instalaciones puede disparar notablemente los costes de los servicios de reparación.
Por ello, antes de la financiación, el asesor técnico debe identificar los potenciales riesgos de los procesos y proporcionar recomendaciones para mitigarlos. Después, cuando se reciben los fondos, el desarrollador debe documentar el proceso de construcción de cada instalación y el resultado final, para luego ser analizado por el asesor técnico.
Viabilidad financiera y satisfacción de los usuarios: El impacto económico de los aspectos técnicos también debe ser evaluado por el asesor técnico centrándose, principalmente, en la producción eléctrica de los activos, en el CAPEX y el OPEX y haciendo ciertas suposiciones en cuanto a la frecuencia, precio y tiempos asociados al reemplazamiento de componentes.
Sostenibilidad y ASG: los bancos también valoran la sostenibilidad y los criterios ASG: riesgos climáticos, biodiversidad, cadenas de suministro éticas, prevención de la esclavitud moderna, transparencia corporativa y la economía circular.
Existen, además, ciertas particularidades nacionales que se deben tener en cuenta a la hora de aplicar este modelo en España y analizar sus retos:
- La lentitud en la obtención de los permisos administrativos y de conexión a la red debido a la falta de homogeneidad entre municipios
- El aumento de los precios de la electricidad y de los tipos de interés y la reducción de la rentabilidad de los proyectos
- La falta de un marco regulatorio para el almacenamiento
- La lentitud de los programas de ayuda asociados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia
- La falta de profesionales cualificados
Para desplegar plenamente el mercado del autoconsumo considerarando sus particularidades, un asesor técnico especializado resulta clave en el proceso de financiación: aportará tanto un buen conocimiento de la tecnología que permita avanzar hacia modelos que incluyan baterías, bombas de calor y cargadores para vehículos eléctricos, como una visión que englobe el estado actual del mercado y sus tendencias futuras.